En cualquier universidad, los laboratorios de ciencias cumplen una función fundamental para la investigación y la educación superior. Para investigadores y estudiantes, el laboratorio constituye un lugar de encuentro para preguntar, filosofar, experimentar, intercambiar inquietudes. El aprendizaje, como en la sala de clases, no es sólo del profesor al alumno, sino bidireccional, ya que aprenden los unos de los otros: se aprende más realizando preguntas que emitiendo respuestas. Es necesario, no obstante, planificar las actividades y organizar el espacio con precisión y cuidado, para que ambos propósitos puedan desarrollarse satisfactoriamente.
En Coyhaique, la Universidad de Magallanes ha trabajado en la implementación de dos laboratorios de ciencias, un laboratorio de Anatomía y un laboratorio de simulación clínica para el Centro Universitario Coyhaique, en dependencias del Liceo Josefina Aguirre Montenegro. Implementar laboratorios para el nivel universitario constituye un gran desafío técnico y administrativo, que emprendimos con ilusión desde el primer día desde la creación del Centro en 2014. Después de intenso trabajo y dedicación junto con mi colega bioquímico Dr. Mauricio Torres, el equipo de enfermeras universitarias y el cuerpo administrativo de la universidad tanto en Coyhaique como en Punta Arenas, podemos estar orgullosos de que lo logramos: los laboratorios están totalmente equipados y en funcionamiento para investigación y docencia.
Sólo durante el primer semestre del primer año, allá por 2014, mientras los poníamos a punto, debimos movilizar a los estudiantes y docentes de la carrera de Enfermería a la casa central de la universidad en Punta Arenas; durante una semana, en forma intensiva se realizaron laboratorios de Química, Anatomía y Biología Celular. Los estudiantes de aquella generación recordarán esta semana con una sonrisa a medias. Se logró coordinar a todos y todo salió bien pero la experiencia resultó poner de relevancia de laboratorios propios y la realización de las prácticas de las asignaturas en forma paralela a las actividades teóricas.
En el área de la docencia hemos cubierto con creces los requerimientos para la formación de nuestros estudiantes de la UMAG. Dado que también nos mueve contribuir a la educación superior en la Región, hemos mantenido los laboratorios abiertos a otras instituciones con presencia regional con la intención de aportar al fortalecimiento de la educación superior pública y la continuidad de estudios: por aquí han pasado diversos cursos de Ciencias del Liceo Josefina, así como de otros liceos como el República Argentina, Altos del Mackay y Liceo Agrícola de la Patagonia en la comuna de Coyhaique. Complementariamente se han desarrollado talleres naturalistas. También la Universidad de Aysén, durante su primer semestre académico, ha utilizado nuestros laboratorios para realizar las actividades prácticas de sus carreras mediante una coordinación permanente con profesionales del Centro Universitario. Ahora que este semestre está próximo a terminar, nos alegra haber podido apoyarles y que todo haya salido bien.
En resumen, además de los grandes pilares de la institucionalidad universitaria, Docencia e Investigación, estamos utilizando los laboratorios con fines de Vinculación; este uso es innovador para laboratorios de ciencias, tal como nuestro enfoque para construir universidad estatal en esta Región excepcional. Esperamos que vengan más proyectos y colaboraciones en el futuro.